LA MEGALÓPOLIS Y SUS SÍNTOMAS: ARTICULACIÓN SOCIO-ESPACIAL DE VILLA 31

Lo que está en juego

 


Vista parcial de un sector de Villa 31, en su estado actual

La Villa 31 en Buenos aires es el síntoma de una disfunción de orden socio-espacial, de responsabilidad político-económica. Es la expresión de una incapacidad de la sociedad ey de la ciudad de lidiar con sus problemas de estructuración física y social.

Desde el año 2003, Villa 31 despertó mi interés profesional como arquitecto-urbanista, al tener que atravesarla con el ómnibus interprovincial toda vez que iba de Buenos Aires a Rosario en mis viajes frecuentes al país.

Nunca conseguí entender porque Río de Janeiro enfrentaba con suceso, y reconocimiento internacional, el problema de sus numerosas favelas, mientras Buenos Aires no conseguía resolver ni siquiera Villa 31, no obstante, de tan fácil solución, aunque más no fuera como muestra de positividad y capacidad de enfrentar conflictos acumulados. Por ese motivo celebro la decisión de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de radicar definitivamente  los habitantes de V31, y lo considero un gran avance en el enfoque de este tema en la Argentina. Aunque evidentemente sea insuficiente, pues es necesario ir mucho más lejos todavía en el abordaje del tema de las villas como un todo.

En este contexto, pensar la estructuración socio-espacial de Villa 31 es sin duda una tarea que se presenta como muy ecuacionable, esto es, resoluble. Como un desafío donde hay que considerar simultáneamente las cuestiones físicas (urbanísticas, infraestructurales y ambientales), sociales (culturales, existenciales y económicas, que tienen que ver con la movilización productiva del territorio), ecológicas (ecología mental, social y lo relativo a la sostenibilidad de las intervenciones), y de seguridad del ciudadano, interceptadas con las problemáticas del sujeto contemporáneo, en una escala muy manejable como es la de V31 y en general la de las villas en Argentina, en relación con la magnitud de los problemas de las favelas cariocas.

Esto significa realizar una tarea compleja que no puede ser hecha desde la Universidad (pues no cuenta con la experiencia necesaria), sino por un equipo multidisciplinario con reconocida experiencia de actuación en este tipo de proyectos.

A diferencia de otros casos donde el proyecto es solicitado por el poder público, para Villa 31 desarrollé, en diálogo con la junta de vecinos y con el apoyo de mi equipo de proyecto del Favela-Bairro, un estudio de Macro Intervención que fija los lineamientos básicos para una actuación sostenible articulando el interés general de la ciudad, con la solución de las mayores urgencias en esa área. Ese estudio define la orientación fundamental de lo que considero una intervención capaz de cambiarle el sentido al lugar, incorporarlo de manera positiva al entorno, y saldar una ya bien antigua deuda social.

Esto exige la actuación decidida del poder público en sus diferentes instancias (de la manera mas ágil y menos burocrática posible), una firme voluntad política, y la disponibilización de los recursos económicos necesarios, muy pequeños por cierto considerando el significado real y simbólico de una solución definitiva y de calidad urbanística y arquitectónica para este lugar tan especial de la ciudad.

La creación de condiciones para la generación de trabajo y renta a través del proyecto de urbanización, (mediante un gran centro de prestadores de servicios para el área del centro de la ciudad y barrios vecinos empleando la mano de obra local), el reasentamiento del sector llamado 31 Bis en terrenos próximos, para la creación de un centro de deportes y esparcimiento en su lugar como interface con los terrenos del ferrocarril, la utilización de la gran explanada existente frente a los galpones (del ferrocarril) para actividades de carácter socio-cultural en conexión directa con la Terminal de ómnibus y de trenes, la reconfiguración urbanística de los bordes y de las áreas internas de Villa 31, y la incorporación de equipamientos y servicios públicos de cualidad, de magnitud metropolitana, están en la base de la transformación y de la reformulación requeridas para esta parte de la ciudad.

El centro de generación de trabajo y renta es una de las piezas urbanístico-sociales mas importantes de todo proyecto de estructuración socio-espacial, pues funciona como la conexión entre el interés de la ciudad (localización de prestadores de servicio de mano de obra) y la creación de fuentes de trabajo, de manera organizada, para los habitantes del lugar. Estos servicios de mano de obra son de la más variada especie, abarcando las actividades de electrónica, vestuário, utensilios domésticos, mobiliario, tapicería, bicicletas, muebles y aparatos de todo tipo, etc. Es decir, todo aquello de lo cual precisan tanto el comercio, los servicios como las residencias de los alrededores. Esta pieza urbana debe ser tan poderosa y visible cuanto posible. Debe constituir un marco de referencia en el local y para su entorno, semejante al papel que cumple el shopping center, pero en un sentido opuesto, de manera mucho mas abierta y conectiva con la ciudad. Incluyendo locales tales como la farmacia y el “comércio de conveniencia” que deben funcionar 24h, contribuyendo inclusive para garantizar la vigilancia del lugar. Esta especie de “Nueva Ágora Urbana” del siglo XXI puede tener un rol real y simbólico relacionado a lo que permite “hacer lazo social”, a partir de la utilidad real que un centro de servicios de este tipo puede prestarle a la ciudad. En este caso, al centro de la ciudad de Buenos Aires. Es el tipo de equipamiento público con el cual todos salen ganando. Los residentes porque encuentran una forma socialmente útil de inclusión en la formalidad, y la ciudad porque facilita el acceso a esos servicios normalmente dispersos y de difícil localización. Estos centros de generación de trabajo siempre los consideré, desde el inicio de mis actividades en esta tarea de articular la ciudad partida, lugares a ser celebrados y monumentalizados como símbolos de una nueva condición de convivialidad, dotados de alta calidad de diseño, de acuerdo con los mas altos estándares de desempeño ecoambiental, utilizando toda la tecnología de captación de energía solar, reutilización de agua de lluvia, ventilación natural y promoviendo una “arquitectura verde”, constituyendo una nueva presencia  de prestigio en el local, ayudando a recalificar toda el área y su entorno.

Buenos Aires merece una acción urbanística y social ejemplar de parte de sus autoridades en relación con las áreas de exclusión, no solo en V 31.

Jorge Mario Jáuregui

 


Vista aérea del área


Esquema de lectura de la estructura del lugar

VILLA 31
Barrio Guemes: Manzanas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18/19 y 20
Barrio Inmigrantes: Manzana 21
Barrio Y.P.F.: Manzanas 22, 23, 24, 25, 25bis, 26 y 27
Barrio Comunicaciones Manzanas 28 y 29
Barrio Autopista: Manzanas 32 y 33

VILLA 31 BIS
Barrio Caacupé: Manzanas 1, 2, 4 y 5
Manzanas 3, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12
Barrio Nuevo: Manzanas 13, 14 y 15



Plan de Estructuración Urbanístico y Social de Villa 31