...y buscando la casa encontré la palabra: OIKOS, "casa", entretejida en "arquitecto", "arquitectura", "residencia", "ecologia" , "familiar". Lacan, con Freud, rastrea en el alemán "siniestro", la misma raiz que "Familiar": Heim . Aquello que es extraño, aquello que es ajeno , el huesped integrando lo familiar, lo cotidiano.

Dirá "en el lugar vacio del Otro , alli está la casa del hombre.

Habla luego del dolor petrificado y se pregunta "¿cuando hacemos detener la piedra , cuando no la dejamos rodar, la erijimos , hacemos de ella algo detenido , no es acaso la arquitectura misma la presentificación del dolor ? Este es el limite del dolor." Lo que evoca "la belleza como límite del horror."

Horror al vacio ? Horror a la verdad ?

El hombre habita el lenguaje; no en sentido heideggeriano . No "en presencia de los dioses", alcanzado por la proximidad esencial de las cosas. Hablante y hablado padecen la imcompletidad del lenguaje , la falta de la "ultima" palabra. No hay armonia con el Otro , no hay armonia con el lenguaje. Salvo, tal vez , para los poetas; lenguaje , ecologia , armonia , están en esas tres cosas con nombre propio , saturadas de mar y expuestas al terror cósmico de una tierra por momentos enfurecida , latinoamericana .

Eu su Oda a la Sebastiana , Neruda dice : yo construi la casa . La hice de aire. Y otro , Nonini , escribe aquel espacio asi : Hoy evoco mi vieja casa , recortada en mi asombrado silencio , oscuro bosque transcurrido entre arañas, alergias y misterios ...

Delia Elmer