- Situar la cuestión del espacio local en su dimensión ampliada por la perspectiva de la escala metropolitana, lo que implica considerar la articulacion físico-social policéntrica y la dimension subjetiva, en el diseño y modo de ocupación del territorio.

- Pensar la cuestión del proyecto urbano alternativo, mas allá de una inserción formal y del sometimiento a la lógica de acumulación flexible del capital, lo que exige considerar en primer término la escala estratégica del enfrentamiento de los desafios para el desarrollo urbano, mediante una lógica de reestructuración que interfiera en el proceso objetivo de los conflictos y desigualdades en el territorio.

- La ciudad existente a ser trabajada es aquella cuyo proceso de formación (y contínua transformación) escapa al entendimiento convencional. Posee características estéticas y culturales muy particulares, tanto en la escala de la residencia, de sus configuraciones espaciales y de asentamiento en el territorio. Por eso el análisis de los movimientos y flujos, de la apropiación social del territorio, de la escucha de las demandas y de las limitaciones y potencialidades de cada situación especifica, deben ser la base para la definición de programas, pensando los edificios y espacios como propiciadores de lugares de encuentro y una nueva condicion de ciudadania, introduciendo cualidades formales y espaciales en una realidad escurridiza y en contínua transformación.